Me hubiese gustado encontrarte un día por casualidad,
así como se encuentran el río Mamore y el Ibare.
Tan unidos y tan distantes,
tan diferentes el uno del otro.
Inseparables.
Decirte todo lo que ha pasado en mi vida en este
último tiempo.
Contarte todo lo que sucedió,
desde aquel día en que me marché (a pesar de que tú ya lo
sabes).
Desde el instante aquel en que renuncié para siempre al
amor
y me preguntaste que haría sin el
¿Qué haría sin tus besos?
¿Cómo viviría sin ti?
¿Cómo viviría sin ti?
He vivido como este río,
rumiando espuma,
llena de fuerzas salvajes invisibles y ondulantes,
llena de remolinos y pausas
Contenida
Vibrante
Feliz y nostálgica.
De un tiempo a esta parte
la serenidad me acompaña.
A veces hablo con Dios
y suelo preguntarle a las
estrellas.
Me he convertido en buena eremita.
Los espíritus de bronce muchas veces me acompañan y suelen cuidarme
¡He cumplido mi palabra!
Olvidaste preguntarme: ¿Cuánto tiempo más iba a amarte?
Intenta leer los designios del cielo
observa la fuerza invisible e imperiosa
que vive y fluye
debajo de estos majestuosos ríos
y ante tus ojos
aparecerá imperturbable y eterna, la respuesta:
!Toda la vida cielo, toda la vida!
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