Claudia Leslie Aguilar

sin estrellas,
con una tenue lluvia recorriendo sus calles vacías
y las notas de esta estúpida melodía
consiguen remontarme al pasado.
Y de pronto emerge este torbellino de recuerdos
que inunda mi alma.
Y gime mi última célula,
desfallecen mis pies fríos.
Y sólo ellos permiten que mi alma vuele
sobre las desgastadas y solitarias alas del recuerdo.
Silencio,
soledad,
cristales empañados,
lluvia fría,
estúpida melodía.
Lloran mis recuerdos sin querer
uno a uno.
E intento asesinar estas notas del pasado
con mi pequeña pluma
pero este frío andino es más fuerte que mi débil voluntad.
El frío no congela los recuerdos.
Sorpresivamente mi pluma deja de escribir
no puede más
gime,
convulsiona,
ya no está.
Inspiración también tú te fuiste de mí.
Volaste a tiempos muy remotos,
muy lejanos.
Cuando la lluvia era tibia,
la noche estrellada,
cuando el sol calentaba.
Y me sentí sola
con frío de vida,
sola de alma,
sola de inspiración,
sola sin mi pluma.
Mi pluma paró.
No quiso escribir...
sólo calló.
Agoniza...
Pluma:
¡no calles!
No convulsiones mi alma
son sólo recuerdos,
recuerdos sin vida,
recuerdos sin alma.
Pluma no mueras
pluma escribe.
¡No llores!
Aún hay tiempo…
No manches la hoja blanca de papel
recuerda que la tinta no sólo muere sin alma
no olvides que la tinta sólo agoniza
y muere…
sin amor.
Publicado en mi libro "luces y Sombreas de mi Arcoiris Literario" pag. No 123 - 126.
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